La vigorexia, también conocida como dismorfia muscular, es un trastorno mental en el que la persona afectada se obsesiona por su estado físico. Esto afecta su conducta alimentaria (ingesta exagerada de proteínas y carbohidratos, baja en grasas, acompañada del consumo de otras sustancias, como los esteroides anabolizantes) y a sus hábitos de vida. Por ejemplo, haciendo ejercicio de manera excesiva.
La persona con vigorexia tiene la creencia de que su cuerpo es insuficientemente musculado y que debe mejorar constantemente su apariencia. Por ello, se obsesiona por la actividad física, abandona las relaciones sociales y descuida otros aspectos de su vida. Esta preocupación por la apariencia y la existencia de múltiples comportamientos repetitivos es difícil de controlar, les provoca malestar, disfunción social y puede incluso asociarse a ideación y/o comportamiento suicida.
La principal causa de este trastorno es la idealización social y cultural del cuerpo masculino y femenino, que se puede relacionar con que algunas personas desarrollen un complejo de inferioridad. Curiosamente, esta enfermedad es más prevalente en hombres entre 18 y 35 años y se estima que un 10% de los hombres que practican fisicoculturismo, pesas y acuden al gimnasio por motivos estéticos podrían tener este trastorno. Aunque es más prevalente en varones (80%), las mujeres también pueden padecerla. Suele iniciarse en la adolescencia de una forma gradual.
Los síntomas más comunes de la vigorexia incluyen:
Mirarse constantemente en el espejo.
Comparar frecuentemente su cuerpo con el cuerpo de otra persona.
Sentirse muy estresado cuando se salta una sesión de entrenamiento o una comida.
Preocupación frecuente por alcanzar su objetivo de ingesta diaria de proteínas
Descuidar a familiares y amigos, los estudios o el trabajo por realizar ejercicio o cuidar lo que come en exceso.
Hacer que el ejercicio sea la prioridad central en la vida.
Por otro lado, el tratamiento de la dismorfia muscular depende de la gravedad de la afección. En el caso de síntomas relativamente leves, se puede recomendar un tipo de terapia de conversación llamada terapia cognitiva conductual (TCC). O en casos más severos el especialista puede recetar un antidepresivo, solo o en combinación con TCC.
Actualmente hay una fuerte revolución social y tendencia en cuanto a la aclamada “vida fit”. Estamos constantemente expuestos a personalidades en redes sociales o en publicidad que muestran sus cuerpos torneados, glorificando ser sumamente estrictos con la ingesta de comida y el ejercicio.
Estas personas proclaman ser la imagen de lo que es una vida saludable. Sin embargo, es importante tomar en cuenta que los extremos nunca son buenos. Por lo que restringir su dieta, hacer ejercicio en exceso y dejar de procurar a sus seres queridos en nombre de tener una vida saludable, resulta ser una gran incoherencia.
Recuerda que el balance es clave en todos los aspectos de la vida, el no hacer 3 horas de ejercicio diarias o solo comer proteína y verdura no quiere decir que seas una persona poco sana.
Referencias:
Pejenaute, E. G. (2018, 1 mayo). Vigorexia | FMC. Formación Médica Continuada en Atención Primaria. Formación Médica Continuada en Atención Primaria. https://www.fmc.es/es-vigorexia-articulo-S1134207218300859
TopDoctors España. (2021). Vigorexia: qué es, síntomas y tratamiento. Top Doctors. https://www.topdoctors.es/diccionario-medico/vigorexia
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