"Si la gente supiera el nivel de impacto que tienen cada una de sus palabras, no hablarían tan a la ligera.” - Malee Osorno
Esta frase nos puede dar a entender que las palabras tienen un gran impacto en la persona, sobre todo si hablamos a nivel mental y emocional.
Debido a que las palabras nos pueden llevar a la destrucción de sueños, autoestima, relaciones y sobre todo de la salud física y mental.
Un ejemplo podría ser cuando hacemos un comentario con respecto al desempeño de alguien en su trabajo, como: “Que lento eres, hasta una tortuga tendría el dictamen listo en menos de 5 minutos.”
O incluso con comentarios alusivos a como se ve una persona, ya sea por su apariencia y la manera en la que se arregla o por como viste.
La sociedad, la familia y nuestro círculo cercano juegan un papel muy importante en este tema, debido a que muchas de nuestras creencias las vamos a adquirir de ellos
y de nuestra experiencia.
Nuestros pensamientos van a influir en el papel que desempeñamos en nuestra vida cotidiana y pueden llegar a ser afectados, es decir, que en lugar de ayudarnos, pueden ocasionar que nos autosaboteamos y por ende nuestro comportamiento se vea alterado de manera significativa.
Hoy en día nuestra sociedad ha normalizado muchas cosas que repercuten en nosotros a nivel psicológico, a continuación te mencionamos 5 ejemplos:
La vigorexia: este trastorno se puede observar más como la entrega excesiva que tienen las personas hacía el deporte, los medios se han encargado de crear un ideal estético.
Dicho trastorno puede estar presente tanto en los hombres como en las mujeres, con cuerpos que a pesar de que se vean “musculosos” no significa que realmente sean sanos y pueden conllevar al uso de sustancias para poder mantenerlo.
2. La cultura de las dietas: hemos adoptado la creencia de que las dietas son para bajar de peso y de hecho aplaudimos el hecho de que las personas las realicen, sin realmente saber qué es lo que hay en el trasfondo, ocasionando que las personas desarrollen un trastorno de la conducta alimentaria, insatisfacción corporal, ansiedad, depresión, etc.
3. La gordofobia: este fenómeno incita al odio de las personas que tienen esta complexión, debido a que no entran en los estándares que marca la sociedad (el de la delgadez), ocasionando que la persona odie su cuerpo, problemas de autoestima, depresión, etc.
4. Ser perfeccionista: solemos pensar que el ser perfeccionista es una cualidad, sin embargo, estudios han encontrado que dicha cualidad se asocia a problemas de autoestima y a la búsqueda de aprobación social (Macías, 2016).
5. El trabajo en exceso: las personas que pasan tiempo excesivo trabajando y que son mejor conocidos como “workaholics”, buscan la manera de crecer profesionalmente, sin embargo llegan a sacrificar el tiempo que tienen para descansar, estar con su familia y sus amigos, además de sacrificar sus vacaciones.
El problema es que al sacrificar esta parte, sacrifican su estabilidad mental, ya que pueden desarrollar depresión, problemas para dormir, ansiedad, estrés, entre otros problemas (Macias,2016).
¿Alguna vez te has visto en vuelto en alguno de estos ejemplos? o ¿Conoces otros?
Estos fueron algunos ejemplos de cosas que como sociedad hemos normalizado y muchas veces no somos conscientes del daño que pueden ocasionar en el futuro, tal vez nos parezcan bien en un principio o que “podemos controlarlo”.
Hay que tomar en cuenta que existen más cosas y situaciones que verdaderamente logran lastimar a la población y que de alguna manera han prevalecido tanto tiempo porque no hemos sabido cómo poner un alto.
El hecho de que hoy en día se difunda más información sobre estos temas ayuda a que las personas suelten las creencias erróneas con las que han crecido y aporten un nuevo granito de arena.
Por último, es importante recalcar que si tú o alguien que conoce está pasando por esto y no sabe como parar o que hacer al respecto, busque ayuda profesional como con psicólogos, médicos, nutriólogos, etc.
También tenemos que aprender a ser un poco más realistas y considerar que todo lo que hacemos tiene repercusiones en nuestra vida, quizás no en el momento pero sí en un futuro, por ello tenemos que aprender a ser más analíticos y racionales.
Referencia:
Macías, R. N. (2016, 6 junio). Estos son los malos hábitos que la sociedad percibe como buenos. La Vanguardia. https://www.lavanguardia.com/vivo/psicologia/20160605/402298379498/estos-son-los-malos-habitos-que-la-sociedad-percibe-como-buenos.html
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